Gente adorable.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Lucas Blevins, 2.1

El vientre me dolía al reír. Malditos cardenales...
-¡Hey!-una voz masculina nos saludó.
Giré la cabeza para mirar de quién se trataba, encontrándome con el otro chico que me ayudo con la pandilla del chico rubio. Llevaba una bolsa de papel bastante grande abrazada contra su pecho.
-Ya era hora.-protestó Max.
Todos sonreímos, el muchacho me estrechó la mano y me preguntó cómo estaba.
Al cabo de un rato, Max se puso en pue y miró hacia los lados.
-¿Y mi hermana y Josh? Ha pasado mucho tiempo.
Un momento... ¿¡eran hermanos!? Y yo, que pensaba que era un grupo de "amigos" tipo amor libre...
-Déjalos, sabes que ella sabe pararle y se sabe defender.-Alisson defendía a la chica ausente.
Miró a su hermano, el cual clavaba sus ojos azules en los marrones de ella, con una mueca seria, suplicante. Ahora que me fijaba, tenían expresiones y rasgos físicos iguales, o muy parecidos.
-Yo no voy a ir a por ella.-sentenció la misma, finalmente.
Chasqueó la lengua y resopló, volviendo el rostro hacia Peter.
-Ah, no, luego Josh se pica conmigo. -y sacudió la cabeza.
-Max, a mi ni siquiera me mires.- me apresuré a decir, haciendo que todos estallasen en carcajadas.
-Ve tú.-volvió a hablar Ali.
-Sabes de sobra que como vaya volverá a reprocharme que no confío en ella.
-¿A caso no es verdad?
Max resopló nuevamente y agachó la cabeza, sentándose en el capó del coche. Peter suspiró de forma exagerada, teatral, y le dio la bolsa de paper al chico de pelo negro.
-Ya voy yo, joder-y sonrió mientras se encaminaba a la salida del lugar.- ¡Me debes unas cuantas, enano!
Me limité a escrutar la escena, dando ligeros golpes con la punta del zapato a una pequeña piedra.
-Fui demasiado bruta...-murmuró Ali al cabo de unos minutos.- Perdón, Maxxie.-y pasó el brazo por sus hombros, dándole así algo parecido a un abrazo.
Él negó con la cabeza y dio un beso en la mano de ella. Allí, todos menos Josh y Samantha parecían hermanos.
Al poco rato, los tres que faltaban llegaron a donde estábamos. 
Miré mi reloj de pulsera; se estaba haciendo tarde, tenía que irme a casa.
Reí por lo bajo al observar lo mucho que ambos hermanos se decían con un par de gestos y miradas.
-Yo me voy ya, chicos.-anuncié, sonriendo con los labios pegados.
Capté la atención de ellos dos y asintieron.
-Nosotros también, así que te acompañamos.-y Max también se puso en pie.
Observé la mueca de Samantha y la sonrisa divertida de Alisson. Los otros dos chicos estaban algo alejados, y fumaban sentados en el suelo.
-Max...-dijo su hermana-...un ratito más.
Él negó con la cabeza y echó a caminar hacia la salida, dispuesto a salir del lugar. 
La chica resopló, haciéndose levantar el flequillo negro y se despidió con un abrazo a su amiga y agitando la mano para decirle adiós a sus amigos. Me miró y esbozó una bonita sonrisa para dejar ver sus alineados y blancos dientes. Se la devolví de igual manera y ambos caminamos, más bien correteamos, hacia su hermano.

1 comentario:

  1. Claro que sí, ahora mismo lo leo y te comento. Nada, no hay de qué.

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